La terapia electroconvulsiva o TEC, es un procedimiento utilizado por algunos psiquiatras. Se pasan por el cerebro hasta 460 voltios de electricidad por el cerebro. ¿Para qué? Para producir una convulsión de gran mal que ellos afirman va a “reajustar” o “reiniciar” el cerebro.

Esta teoría no ha sido probada. De hecho, hay considerable evidencia de que la TEC causa daño cerebral significativo e irreversible.

El cerebro humano es un órgano muy intrincado, que controla el cuerpo con más de cinco billones de señales cada segundo. Lleva a cabo esa hazaña con casi ocho veces menos energía que la de la batería de un reloj. Pero una sesión de TEC ataca al cerebro con 2300 veces más electricidad de lo que necesita para funcionar, lo que conduce a un trauma severo.