PARA LOS NIÑOS EN LAS ESCUELAS, SOLÍA SER “PÓNGANSE SUS SOMBREROS PARA PENSAR”.
AHORA ES “PÓNGANSE SUS CHALECOS ANTIBALAS”.
Ir a la escuela debería tratarse de recibir educación. Pero demasiado a menudo, nuestros lugares de aprendizaje se han convertido en lugares de asesinato masivo de los más jóvenes y vulnerables.
Lugares que fueron testigos como Columbine High School, STEM School Highlands Ranch y muchos más. Todos fueron transformados en campos de asesinato por personas bajo la influencia de medicamentos psiquiátricos.
A pesar de los miles de millones de dólares gastados en seguridad escolar, nuestras instituciones no son lugares más seguros. E, irónicamente, después de que estos asesinos adictos a los medicamentos cometieran sus actos violentos y destructivos, más millones de dólares de los contribuyentes se gastan en programas de “salud mental” para los estudiantes.